Con la lectura de algunas páginas del libro LA CÁMARA LÚCIDA de Roland Barthes, me he acercado a comprender porqué hay fotos que me entusiasman, que me atrapan, que no me canso de mirarlas y que las recuerdo aunque pase el tiempo. Ahora sé que lo que esas fotos tienen: se llama Punctum.
No voy a comentar nada del concepto de Studium (no me interesa), me centraré en el de Punctum para aproximarme a él, tanto como pueda.
El Punctum es un detalle que provoca sentimientos como ternura, asco, añoranza, recuerdos … en el observador. No es algo que el fotógrafo coloque en la escena, es algo fortuito que aparece como un suplemento a la escena y que tiene una fuerza de expansión doble: una interna a la propia fotografía (el detalle la llena, provoca al observador y lo atrapa), y otra hacia el exterior que hace conmoverse al espectador, inquietándolo, provocando que piense, punzándole hasta la conciencia afectiva.
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